El Parlamento de Hungría aprobó una enmienda constitucional impulsada por el primer ministro Viktor Orbán y su partido, Fidesz, que restringe los derechos de la comunidad LGTBI. La reforma prohíbe las marchas del Orgullo LGTBI+ al considerar que «promueven o exhiben el cambio de sexo de nacimiento o la homosexualidad», argumentando la «protección de la infancia» como prioridad sobre derechos como la libertad de reunión y expresión. También refuerza la prohibición de adopción por parejas del mismo sexo, definiendo que «la madre es una mujer y el padre es un hombre», y reconoce solo dos géneros: masculino y femenino.
La enmienda establece multas de hasta 490 euros y permite el uso de tecnologías de reconocimiento facial para identificar a participantes en eventos prohibidos. Desde su aprobación, miles de ciudadanos han protestado semanalmente, y 22 embajadas europeas, incluidas las de Alemania, Francia, Reino Unido y España, expresaron preocupación por las restricciones a derechos fundamentales. La Comisión Europea está investigando la medida, que ha sido criticada por activistas como Dorottya Rédai, quien denuncia un intento de «eliminar a las personas LGTBI+ del discurso público».
Esta reforma se suma a medidas previas del gobierno de Orbán, como la prohibición del reconocimiento legal del cambio de género en 2020 y la definición del matrimonio como unión exclusiva entre hombre y mujer en 2011. Los organizadores del Orgullo de Budapest, previsto para el 28 de junio de 2025, insisten en seguir adelante pese a las restricciones.
